HIGH SCOPE HACE LA DIFERENCIA
Somos un proyecto educativo de educación parvularia que nace en la ciudad de Antofagasta en el año 2013. De manera anual somos capacitados por la Fundación HighScope Chile y organizamos nuestros lineamientos educativos de forma responsable y precisa a través de los lineamientos de HighScope Internacional®.
La fundadora de JUKU es Pilar Rodríguez Manríquez, una educadora de párvulos PUC que cree en la necesidad de la actualización continua de los profesionales en educación, especialista en neurociencias y experiencias educativas tempranas, con 17 años de experiencia en el currículum preescolar HighScope, mamá de tres niños, quien buscando respuesta a una necesidad propia en pro de la etapa preescolar de sus pequeños, plantea este modelo educativo en la ciudad de Antofagasta, como una forma de demostrar que la educación inicial puede y debe ser más significativa, respetuosa y activa. En la actualidad, somos un equipo pedagógico compuesto por más de 20 profesionales de educación parvularia, que cuentan con los cursos y la formación HighScope ®.
“En JUKU inspiramos a las educadoras, para que ellas inspiren a los niños y niñas”
Para JUKU es primordial potenciar el aprendizaje activo participativo de los niños y niñas desde la primera infancia. Esto quiere decir que a través de experiencias directas con objetos, personas, ideas y hechos, los niños y niñas desarrollan o construyen su conocimiento del mundo. El aprendizaje se concibe como una experiencia social con interacciones significativas entre educadores, los párvulos y sus familias.
Espacio y ambiente para el aprendizaje
Cada sala, cada espacio y cada material en JUKU tiene un sentido pedagógico. Todo está dispuesto para que nuestros pequeños puedan manipular, elegir materiales, estén seguros en todo momento. Nuestras salas son espacios desafiantes para nuestros niños, que los invitan a explorar y descubrir.
Para nosotros es clave:
Nuestra educación se basa en la excelencia y la calidad, en entregar un espacio de alto nivel, potenciar competencias blandas y el pensamiento crítico desde los primeros años, logrando de esta forma estimular por medio del juego el desarrollo holístico e integral de cada uno de nuestros niños y niñas.